Como la marea que llega a la costa, que lo abraza todo con su espuma marina. Se lleva de ofrenda mis dibujos y mis palabras hechas en la playa, y a cambio me deja la espuma de mar en una Sirena que duerme a mi lado.
La Sirena, como la espuma, lo abraza todo, lo arropa y lo arrebata, porque es su naturaleza y su derecho. De la Mar fue obsequio, nunca interpondré un dicho quejoso.
Nada existe que no se rinda a la Sirena Amatista.
Vuestro capitán, quien la más quiere, la adora y le atesora más que a la Mar misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario