No hay espera más difícil que la de dejar pasar el tiempo y saberte tan lejos de tu cuerpo joven de tierra firme, del río de agua fresca y tranparente de tu boca.
No me explico el horizonte sin las terzas y emocionantes dunas q forman tus senos entre tu vientre y tu cuello.
Sirena querida, toda tormenta pasará, y nos dejará días soleados para viajar juntos, para compartirnos, aprender y descubrirnos.
No entiendo este mundo sin nuestra navegación, sin que seas vos mi brújula y mi viento; sin que seas el cuerpo perfecto y hermoso de mi barco.
Aguardaré todo lo que sea necesario, ya no podrás apartar mi mano del timón.
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