lunes, 26 de julio de 2010

Sirena querida, toda tormenta pasará

No hay espera más difícil que la de dejar pasar el tiempo y saberte tan lejos de tu cuerpo joven de tierra firme, del río de agua fresca y tranparente de tu boca.

No me explico el horizonte sin las terzas y emocionantes dunas q forman tus senos entre tu vientre y tu cuello.

Sirena querida, toda tormenta pasará, y nos dejará días soleados para viajar juntos, para compartirnos, aprender y descubrirnos.

No entiendo este mundo sin nuestra navegación, sin que seas vos mi brújula y mi viento; sin que seas el cuerpo perfecto y hermoso de mi barco.

Aguardaré todo lo que sea necesario, ya no podrás apartar mi mano del timón.

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